Abrió la puerta que daba a la azotea y se fijó que no hubiera nadie ahí, sonrío para sí misma mientras sacaba una botella de vino de entre su espeso vestido negro y corrió hasta la orilla para poder ver el lugar mientras el viento jugaba con sus rubios cabellos. Se había escapado de sus deberes y robado esa botella de vino para ver a qué sabía, pues le habían dicho que era delicioso, como un jugo de uva, pero mejor.
- ¿Cómo se abre esto? -
Decía mientras forcejeaba con el corcho, intentando abrirlo hasta con los dientes. Suspiró y rindió al ver que no podía, así que tomó asiento en la orilla de la azotea disfrutando de la vista y de ese momento de soledad
- ¿Cómo se abre esto? -
Decía mientras forcejeaba con el corcho, intentando abrirlo hasta con los dientes. Suspiró y rindió al ver que no podía, así que tomó asiento en la orilla de la azotea disfrutando de la vista y de ese momento de soledad