Era de noche y un hombre acampaba en un costado de el lago. El clima era perfecto, acaba de llover por lo que predominaba el dulce aroma a tierra mojada, la suave brisa acariciaba todo a su paso, los pequeños grillos salian de sus refugios, y cantaban sus hermosas melodias, sin duda nada, podia superar tan hermoso lugar. Entonces, un az de luz atravezo el cielo e ilumino el lago y poco a poco auyento a las nubes, como si estuviera extendiendo una capa y mostrando la belleza de las estrellas que brillaban con gran fuerza, embelcemado por la belleza de el panorama, el hombre torpemente, dejo caer un pescado, debido a una quemadura que se provoco a causa de su torpeza.
-ouch-
Me queme un poco con la fogata, intentado azar unos peces que pesque en la tarde, aunque no hacia frio la brisa soplaba muy serena pero la humedad hacia que se sintiera muy helada, no tuve mas remedio que acorrucarme al lado de la fogata, y darle un fuerte trago al mescal que tenia a un lado. Estaba engarruñado y un sonido me altero me gire y voltie a ver a los matorrales, con una navaja en mano.
-quien esta ahi?, no se esconda, se que estas ahi?
Nervioso, al no saber quien se encontraba ahi, mire con firmeza los arbustos.