Ataque furtivo [Privado]

La iglesia ardía en la oscura noche, los cuerpos de los templarios que habían intentado una trampa contra el Impuro yacían postrados en la gélida piedra de la estructura.
Phobia había llegado a esa iglecia, por los rumores de que en esta los templarios escondían una joven maga, considerando que esta pudiese ser su forma humana, ataco el recinto en busca de alguna señal. Pero los rumores no siempre son ciertos, y la verdad puede ser distorsionada para los fines de cada humano.
En el tempo lo aguardaban alrededor de treinta Templarios, esperando, con un numero tan bajo de hombres, poder emboscarlo.

Phobia permanecía sentado, aun con su espada encendida en llamas, aguardando algo más de diversión. Había sentido una presencia aproximarse cuando el estaba luchando, o más bien dicho masacrando humanos, este ser se dirigía hacia donde el estaba, entonces decidió aguardarlo.

Wackadoodle entro al pueblo esa noche buscando algo para divertirse… El no podía creerlo, los poblados humanos eran muy aburridos por la noche. Estaba acostumbrado a que cuando entraba con su apariencia más grotesca a los pueblos todos se espantaran y comenzaran a atacarlo… en el pueblo no habían siquiera templarios defendiendo las murallas. Desconociendo el por qué de esta situación volvió a su forma humana y comenzó a buscar. Un edificio le llamo la atención, de el emanaba un algo que el reconoció.

¡Su cuerpo! , si, era su antiguo cuerpo el que emanaba ese algo, la idea lo hiso reír de alegría, no porque fuera a recuperar su cuerpo, mas bien porque iba a ver a Phobia su creador de nuevo. Ansiaba escuchar esa vos que lo cautivo y lo llevo a la locura. Ir al pueblo fue buena idea.

Al llegar al edificio vio que se trataba de una iglesia y vio que dentro se estaba llevando a cabo una pelea. Decidió no entrar, a Wackadoodle no le gustaría si alguien interrumpiera su pelea por lo que pensó que sería lo mismo para Phobia.

Al no escuchar más el ruido de la pelea decidió entrar. Abrió la puerta lentamente y entro sin poder, ni querer, parar su alegría al reír.

L a puerta se abrió lentamente, mientras una risa demente inundaba el lugar.
Phobia se incorporo lentamente a medida que una cabeza asomaba por la puerta. Se trataba de un impuro, pero no de cualquier impuro. Se trataba ni más ni menos que de el impuro producto del humano que lo libero de el pergamino. El humano al que el había hecho eternamente “feliz”.

Phobia se echo a reír cuando lo vio entrar con forma humana, era raro en el tener la forma de un humano, siempre era algo extravagante, o algo que a el le pareciera “gracioso”. Aun riendo avanzo hacia la salida, donde se encontraba WackAdoodle.
Esperando que este cambiace de forma, a algo más “interesante”. Un ser del producto de su imaginación retorcida.

Wackadoodle se sentía feliz de que Phobia se alegrara al aparecer, para demostrar esa felicidad no se le ocurrió mejor manera que comenzar a tirar al aire los gusanos de goma que había conseguido en su última aventura. Rápidamente se arrepintió de tirarlos y cambio sus manos por redes, sin embargo los gusanos traspasaron las redes por los agujeros demasiado grandes de sus manos y cayeron al piso.
Volvió a cambiar su cuerpo, el resultado fue lo que a parecía ser una araña con 11 brazos. Comenzó a saltar en uno de los 11 brazos que parecía un resorte y con los demás agarro todos los gusanos tirados alrededor de la iglesia. En eso se dio cuenta de los cadáveres tirados por el suelo y guardando los gusanitos de goma en un bolsillo comenzó a carcajear.
Decidio transformar sus 11 brazos en 8 cuchillas, 2 pinceles de los que crecía pelo y el resorte. Comenzó a cortar los cuerpos mientras esparcía la sangre por la pared. Se desternillaba de risa al dibujar las paredes con sangre. decidió dibujar una caricatura de Phobia.

Phobia observo con alegría mientras su liberador destrozaba los cuerpos para crear una pintura, solamente para divertirlo a el. El dibujo hecho con sangre termino en una criatura, la cual a Phobia agrado, era una criatura en la cual el se solía convertir.

Un sonido retumbo en la iglesia, al voltear Phobia se encontró con un pequeño niño que temeroso trataba de huir. Phobia se aproximo al niño y puso su mano sobre su cabeza, como un tono gentil, antes matarlo. El niño grito al tiempo que las garras de Phobia caigan desde su cabeza hasta sus pies, atravesándolo completamente.
Ahora el cadáver del niño le serviría para divertir a WackAdoodle. Arrojo el cadáver del niño a los brazos del Impuro, esperando para ver que se le ocurría hacer con eso.

WackAdoodle se sentía extraño. El sabía que su raza era una raza que por naturaleza mataba a todo aquel que se le acercara. Sin embargo nunca había matado a un niño pequeño solo por diversión. Con el niño en los brazos no sabía qué hacer.
Decidió que no podía hacer nada por aquel niño muerto, pero para no molestar a Phobia decidió hacer como que lo rechazaba con desprecio. “WackAdoodle era demasiado perfecto como para jugar con un horrible niño callejero” es lo que quería que Phobia pensara.
Fue hacia Phobia y se postro ante el… ya basta de juegos… el estaba allí por algo y no debía perder más tiempo en decírselo. Adopto la voz de su antiguo ser para hablarle a Phobia. Esta era una voz seria que usaba para casos serios:
“He conocido a una mujer que se parece mucho a la que tú buscas…Quizá sea la misma… la he visto en las catacumbas cerca del bosque…”

Phobia no se inmuto al oír estas palabras, pero en sus ojos se noto un brillo, un destello que denotaba avaricia, una mirada fría y penetrante, pero al mismo tiempo feliz y ambiciosa.

Miro a WackAdoodle, sin pronunciar palabra dio media vuelta y abrió la puerta principal con su mano, cediéndole el paso a su hermano, para que lo guiara. Se sentía algo emocionado, eso era muy raro en el.

Asomo por la puerta. Era una noche que helaba los huesos, no se escuchaba ni un ruido, salvo el del fuego crepitando, consumiendo lentamente el edificio, desapareciendo todo rastro de lo sucedido.

La luna se alzaba alta en la noche. De repente un recuerdo vino a la mente de Phobia, de la noche en que había sido creado. Esa luna era la misma que la de aquella noche, se regocijo al saber que podría realizar el ritual esa misma noche, que cabia la posibilidad de que el tuviera su cuerpo antes de que el sol saliera esa mañana.

Salio fuera del edificio, y miro a WackAdoodle, esperando sus indicaciones.
No parecía tan “feliz” al niño en sus manos, de todas formas tenia cosas más importantes que hacer así que lo ignoro, pero no lo olvido, más tarde se ocuparía de darle más “felicidad”.

Ambos se internaron en la oscuridad de la noche, en busca de esa peculiar niña, en la cual, Phobia estaba muy interesado.

[Fin del Rol]